viernes, 24 de octubre de 2025

Picos Susarón y Aparejo Grande. Circular desde Puebla de Lillo

Salida: Puebla de Lillo

Distancia: 19.5 km
Duración: 7:00 h (sin paradas)
Subidas Acumuladas: 1300 m
Altura Inicial: 1137 m
Altura Máxima: 1721 m
Fecha de realización: 20/09/2025
Dificultad: media-alta
Track de la ruta



Itinerario: Puebla de Lillo – Río del Celorno – La Tejera – Pico El Piñuelo (1496 m) – El Pradico – Arista noreste del Susarón – Pico Susarón (1878 m) – Collado (1530 m) – Pico los Curriellos (1573 m) – Collada Barbadillo – Las Lomas – Pico Aparejo Grande (1738 m) – Las Lomas – Collada Barbadillo – Majadas de Barbadillo – Arroyo de Barbadillo – Pradera del Villar – Mirador – Valdelayosa – Camposolillo – Carretera LE-331 – Río Silván – Puebla de Lillo.

La gran mole caliza del Susarón se yergue solitaria al sur de Puebla de Lillo cerrando por el norte el Embalse del Porma. Su esbeltez y su fácil ascensión por la ladera occidental la hacen accesible a la gran mayoría de senderistas y montañeros.


Habíamos preparado una ruta corta y sencilla porque daban tormentas por la tarde. Pronto nos pareció que la tormenta pasaría de la largo y, sobre la marcha, decidimos ampliarla subiendo primero al cercano peñasco de El Piñuelo, después coronamos el Susarón y, al bajar, extendimos la ruta por la cuerda que avanza hacia el oeste hasta alcanzar el Pico Aparejo Grande.

Desde el pico Aparejo Grande vemos buena parte del recorrido que haremos. La gran mole del Susarón destaca en el centro, por delante están Los Curriellos, también blancos, y más cerca aún la amplia loma de Las Lomas, verde y con una gran franja de hierba por donde pasa el camino. A la izda, pequeño, está la Peña el Piñuelo.

Dejamos el coche en la plaza de Puebla de Lillo y comenzamos la caminata cruzando la carretera y el río Silván (O). El ancho camino usa otro puente para pasar sobre el Río del Celorno y avanzar después por el amplio valle de Patina que va hacia el Bosque de la Cervatina (PR LE-28). Pronto, en la campera de La Tejera, abandonamos la pista y seguimos una marcada e hitada senda (S) que sube por una estrecha canal; es la ruta normal de subida al Susarón.

Casa de los Escudos en la plaza de Puebla de Lillo.

Saliendo de Puebla de Lillo vemos la gran mole del Susarón.

Original cartel que encontramos al salir de Puebla de Lillo. Vemos la canal que separa el Susarón (a la izda) del pequeño El Piñuelo. Por esa canal subiremos.

Poco antes de alcanzar las praderas de El Pradico, cuando la canal se abre, dejamos a la izquierda la marcada senda que sube por la empinada y larga panda del Susarón, y nos desviamos a la derecha para remontar, sin camino ni senda, la dura subida al peñasco calizo de El Piñuelo. Como no hay hitos, subimos duramente por donde nos marca la intuición hasta el roca final que bordeamos por la derecha haciendo al final un corta y sencilla trepada hasta la cima del pico. La vista se abre hacia el precioso bosque occidental que llega hasta La Cervatina y el Pico Mahón.

Ladera oriental de El Piñuelo por donde subimos duramente sin camino ni senda hasta el crestón cimero.

Las peñas cimeras se superan mediante una sencilla trepada.

En la cima de El Piñuelo. A la izda vemos los picos Sierra Tomada y Aparejo Grande. El crestón en forma de U de este último lo afrontaremos directamente en la subida y lo rodearemos por la izda en la bajada.

Hacia el noroeste vemos la Sierra del Cuerna (centro de la foto) y siguiendo hacia la derecha el Pico Toneo (pequeño y poco visible), Pico Ausente y Peña Lázara.

A la izda, al fondo, vemos Les Rapaínes y en el centro el Pico San Justo.

El Susarón a contraluz desde El Piñuelo.

La bajada por la inclinada ladera sur no ofrece más dificultad que la maleza de bajo porte que la rellena. Caemos a una zona de hierba rodeada de espinos, acebos y robles próxima a otra pista que viene precisamente de la zona de La Cervatina. La seguimos unos metros (S) hasta el pilón de El Pradico situado a los pies del Susarón.

Ladera sur de El Piñuelo por donde bajaremos hasta dar con la pista que se ve abajo.

Llegando a la pista echamos la vista atrás sobre la ladera sur de El Piñuelo por donde hemos bajado.

La pista atraviesa un corto robledal hasta llegar al Pradico.

Para reconectar con la senda normal de subida sin perder altura nos escoramos hacia la izquierda de la ladera noroccidental del Susarón. La subida por la senda no tiene más dificultad que el gran desnivel que hay que superar (450 metros), además está señalizada con abundantes hitos. Alcanzada la arista, la senda se pega a ella dejándola a la izquierda, después la cruza y sube por una corta panda de hierba, más arriba la senda avanza por la misma arista que en esta zona es muy ancha. Finalmente rodea las peñas cimeras por la derecha (también se pueden superar frontalmente) y alcanza la cima en la que hay un vértice geodésico. Las vistas sobre el Embalse del Porma y las montañas de los alrededores son formidables.

Subiendo por la ladera noroccidental del Susarón echamos la vista atrás sobre la peña de El Piñuelo. Hemos subido por la franja de la derecha (más o menos) y bajado por la ladera de la izda.

Desde la ladera del Susarón vemos Puebla de Lillo y el arranque del Valle Celorno.

Bastante arriba la arista es muy ancha. Las peñas cimeras que vemos cerca de la cima las rodeamos por la derecha pero se pueden superar frontalmente.

Cima del Susarón.

Embalse del Porma desde el Susarón.

Sierra de la Cuerna (izda) y Pico Toneo (dcha) desde el Susarón.

De izda a dcha: Picos Valmartín, Arenal, Entrepicos, Cascayón  y Les Rapaínes.

Después de disfrutar un buen rato con el magnífico paisaje, emprendemos la bajada directa por la ladera occidental. Un marcado sendero ayuda en este vertiginoso descenso retorciéndose por la empinada ladera. Debemos bajar juntos; hay mucha piedra suelta y la ladera es muy inclinada. Hasta el herboso collado que separa el Susarón de Los Curriechos llega la pista desde El Pradico pero no paramos aquí, seguimos por una sendilla que nos eleva a la alargada y pequeña loma de Los Curriechos. Con facilidad alcanzamos su cumbre occidental. Unas fotos sobre la peña de El Piñuelo y el hayedo que se extiende por la ladera norte y emprendemos una sencilla y corta bajada por el otro lado (O) siguiendo una sendilla y algunos hitos.

Vista atrás de la bajada directa del Susarón por su ladera oriental. Realmente la inclinación es mucho mayor de lo que aparenta la foto.

Llegando al collado echamos otra vista atrás.

Llegando al collado vemos cercano el Pico los Curriellos y al fondo el Pico Aparejo Grande.

Desde Los Curriellos vemos la ladera del Susarón por donde hemos bajado directamente.

Desde Los Curriellos miramos hacia poniente donde encontramos el Aparejo Grande.

Desde Los Curriellos miramos al norte: Peña Piñuelo y el bosque.

Bajando de Los Curriellos vemos el Collado Barbadillo, después Las Lomas y al fondo el Aparejo Grande, todo en la misma cuerda.

Caemos en la Collada Barbadillo donde llega un ramal del camino que va a hacia el oeste hasta La Cervatina. Aunque la idea inicial era obviar este camino y bajar desde allí por la ladera sur a la Majada Barbadillo rodeando después el Susarón y regresar a Puebla de Lillo, decidimos extender la ruta hacia el poniente. Apostando a que la tormenta no nos iba a pillar, seguimos este camino ancho (O) que nos sube hasta Las Lomas donde hay un torre de vigilancia, que obviamos al quedar un poco alejada, y una estación meteorológica en la planicie de hierba que hay en el alargado hombro. Conviene señalar que en los alrededor de todo este tramo, allí donde no llega el bosque, está completamente cubierto de escobas o brezos.

Estamos en la Collada Barbadillo. De frente tenemos Las Lomas y la torre de vigilancia en su cima.

En el pastizal de Las Lomas encontramos esta estación meteorológica.

Después del herbazal, el camino ancho sube un corto trecho por la ladera noreste del pico Aparejo Grande y de pronto desaparece. Se convierte en una senda que sube entre escobas hasta el siguiente rellano limpio donde abandona esa ladera y faldea el pico por su lado oriental en ligero descenso. En este segundo rellano herboso abandonamos la senda y seguimos directos (SO) por la citada arista noreste (sin senda ni hitos) superando una primera y densa mata de escobas. Después cruza un pequeño crestón rocoso, al que sigue otro corto tramo de escobas y un segundo crestón rocoso para alcanzar finalmente la cima del Aparejo Grande. Arriba sólo hay un hito de piedras y unas vistas que se han ido ocultando tras densos nubarrones que presagian lluvia. Además hace un viento frío y desapacible; decidimos buscar un abrigo al otro lado de la cima donde reponer fuerzas.

Por encima de Las Lomas encontramos esta pequeña campera donde la senda faldea las peñas del Aparejo Grande por la izquierda. Nosotros subiremos directos y en la bajada, para evitar los escobares, rodearemos las peñas por la izda de la foto.

Superando uno de los crestones antes de alcanzar la cima del Aparejo Grande.

Llegando a la cima del pico Aparejo Grande.

Bajaremos directos del Aparejo Grande por esta ladera, dejando el crestón calizo a la izquierda. Al fondo vemos el Susarón.

Para volver a la Collada Barbadillo, en lugar de desandar el camino. preferimos evitar los escobares bajando directos, sin camino ni senda, por la empinada y bastante limpia ladera este hasta dar con la senda que abandonamos antes. La senda nos lleva a rodear el crestón rocoso que envuelve el Aparejo Grande y nos sitúa en la pequeña campera donde la abandonamos antes. Desde aquí regresamos por el mismo camino hasta la Collada Barbadillo.

Desde Las Lomas, en el regreso, saco esta foto con la Peña Piñuelo a la izda y Los Curriellos por delante del Susarón.

Cruzada la campera de Barbadillo, cogemos un camino ancho (SE) parcialmente invadido por las escobas y los nacientes retoños de roble que se adentra en un pequeño robledal. Al salir de la arboleda el camino continúa y mantiene la buena traza hasta un punto donde desaparece transformándose en sendilla ganadera. Bajamos sin ninguna dificultad por donde mejor nos parece hasta el fondo del herboso valle donde se ubican las Majadas de Barbadillo; apenas unos cierres de piedra y una pequeña cabaña.

Después del Collado Barbadillo el camino atraviesa un pequeño robledal.

Abajo tenemos las Majadas de Barbadillo. De los dos lomos de hierba amarilla, nosotros bajamos por el primero para caer al final a la riega de la izquierda. Creo que es mejor llegar hasta el segundo lomo y bajar hacia la riega del otro lado (la situada a la derecha de él).

Cruzamos una riega y bajamos por el lomo que la separa de otra situada más a la derecha. Las laderas hacia una y otra riega son bastante inclinadas y seguimos más o menos por la arista hasta caer a la de la izquierda que parece más factible para alcanzar el fondo del valle de Barbadillo. El último tramo de la riega no tiene senda y, aunque está parcialmente invadido por la maleza, se pasa. Creo que resulta mejor superar la riega de la derecha desde la zona alta del hombro donde están los restos de construcciones y bajar al otro lado del siguiente hombro (más a la derecha) hasta dar con el camino ancho.

Aquí estamos en el extremo del lomo de la izda (fotografía de más arriba). Bajaremos directos dejando el peñasco a la izda y un poco más bajo caeremos en la riega de la izda.

Vista hacia atrás de la riega por donde hemos bajado.

El camino ancho baja pegado o por el Arroyo de Barbadillo (SE) y desde algunos puntos alcanzamos a ver los altos y verticales farallones que caen por la ladera sur del Susarón. Dos kilómetros por la pista nos llevan hasta la Pradera del Villar donde el camino da una amplia curva para salvar una riega. Más adelante sube unos metros para situarnos sobre un hombro que es un pequeño promontorio o mirador sobre el Embalse del Porma.

La pista baja por el valle del Arroyo Barbadillo (vista hacia atrás).

Atrás va quedando la impresionante mole caliza del Susarón.

Desde un pequeño promontorio tenemos unas vistas magníficas del Embalse del Porma. Al otro lado está Peña Armada.

Ruinas de la iglesia de Camposolillo totalmente invadida por la maleza.

Llegando a Puebla de Lillo encontramos esta magnífica silueta.

El camino se orienta después al norte accediendo a los prados de Valdelayosa donde da otra amplia revuelta para salvar otra riega,  después rodea un montículo por el sur y finalmente desemboca en el antiguo camino que comunicaba los hoy día abandonados pueblos de Camposolillo y Utrero. Entramos en Camposolillo donde las casas y la iglesia están en completa ruina; sólo se salva una construcción ganadera. Enseguida desembocamos en la carretera LE-331 justo al lado del puente que cruza el Río Porma. La carretera cruza también el Río Silván, afluente del Porma, y nos lleva a entrar en Puebla de Lillo por el sur donde se ubican el Camping y la Ermita de la Virgen de las Nieves.

Lorenzo Sánchez Velázquez


martes, 7 de octubre de 2025

Circo de Prado Llano. Toda su arista desde Montuerto

Salida: Montuerto (Municipio de Valdepiélago)

Distancia: 10.3 km
Duración: 6:00 h (sin paradas)
Subidas Acumuladas: 900 m
Altura Inicial: 1050 m
Altura Máxima: 1721 m
Fecha de realización: 04/10/2025
Dificultad: media-alta
Track de la ruta




Nota: Aunque el recorrido y el desnivel acumulado no son muy grandes, califico esta ruta como de dificultad media-alta porque en la arista apenas hay senda ni camino, el terreno es escarpado y hay que usar las manos con cierta frecuencia con pequeñas y sencillas trepadas y destrepes.

Itinerario: Montuerto – La Abertura (arista) – Pandos – La Lica del Cielo – Peña Corbero – Pico Prado Llano – Peña del Tejo – Collada las Colinas – Alto de las Colinas – Cota de 1503 m – Peña Cernadera – La Casica – Valle del Arroyo de Requejo – Montuerto.


En el valle del río Curueño, entre las localidades de Nocedo y Montuerto, se extiende hacia el este el precioso valle en U de Requejo. Ya sólo su estampa topográfica impresiona al formar un arco de herradura perfecto que atestigua su claro origen glaciar. Los pliegues calizos que lo sustentan forman afiladas crestas donde los estratos permanecen verticales formando anchas lajas. En la zona más alta del lado sur, entre las peñas Lica del Cielo y la Peña Corbero, se mantienen aún trincheras de la Guerra Civil algunas excavadas en la propia roca.


Dejamos el coche en una calle de Montuerto y comenzamos la ruta subiendo por sus calles (E) en dirección al Valle de Requejo por cuya margen izquierda sube una pista hasta la Casica. Nada más superar la última casa de la aldea abandonamos la pista y subimos directos hacia la entalladura que vemos en la cresta de la montaña (S). No hay camino ni senda y el terreno es muy inclinado pero se sube bien entre las hierbas altas rodeando pequeñas matas de maleza. Alcanzamos el collado de La Abertura donde iniciamos el recorrido por toda la arista de la sierra donde apenas encontramos hitos; tampoco es que hagan mucha falta.

Espadaña de la iglesia de Montuerto.

Subiendo a la arista meridional de Prado Llano echamos la vista atrás hacia Montuerto.

Al otro lado del Valle del Requejo vemos la otra arista del valle que recorreremos en la vuelta.

Hacia arriba la empinada ladera nos lleva hacia la entalladura que vemos arriba (La Abertura).

Llegando a La Abertura.

Comenzamos este primer tramo de arista dirigiéndonos (E) hacia unas matas de pequeñas encinas que medran entre las rocas (calizas). El terreno es complejo y tenemos que ir buscando los mejores pasos entre las peñas y los encinos teniendo cuidado porque en algunos puntos hay fuertes caídas a uno y otro lado. Siempre en ascenso, dejamos atrás las encinas y vamos por otra zona donde los estratos verticales forman lajas por las que hay que ir avanzando longitudinalmente. En una zona intermedia de la larga arista salimos a la amplia pradera de Los Pandos de fácil caminar. Si desde cualquier punto de la arista echamos la vista atrás nos encontraremos con las bellas siluetas de la Peña Galicia (ver su ascensión en este otro reportaje) y la Valdorria (ver la ruta que hicimos en esta otra entrada) ; al otro lado del valle las blancas calizas destacan sobre el verde de las encinas de la otra rama del arco que vamos a hacer en esta jornada.

Desde La Abertura miramos hacia el este donde iremos en el arranque de la arista.

Imagen del tipo de terreno por el que discurre este primer tramo de arista. No hay hitos ni senda.

Otra imagen de esta caótica arista.

Echamos la vista atrás sobre lo que ya hemos recorrido de la arista. Abajo a la derecha, en la sombra, vemos las casas de Montuerto.

Si levantamos un poco la cámara vemos en sinclinal de la Peña Galicia en el centro.

Continuación de la panorámica anterior mirando hacia la Peña Valdorria.

Al otro lado del Valle del Requejo vemos su ladera norte.

Pasado un primer y corto tramo de hierba volvemos al roquedo.

No es fácil caminar entre estos estratos de caliza verticales.

En los Pandos aparece este corto tramo de solaz pradera.

Más arriba volvemos al roquedo y, llegando a la zona más alta, las afiladas y verticales placas calizas nos hacen más viable rodearlas por la derecha haciendo un pequeño destrepe y una posterior trepada sencilla y con buenos agarres. Llegando a la cima de la Lica del Cielo encontramos las primeras trincheras. Unas están realizadas en mampostería, otras simplemente excavadas en la propia roca que extraerían con facilidad al estar formadas por estratos verticales. Alguna excavación algo mayor parece indicar la existencia de alguna construcción o cobijo.

Pero pronto vuelve a complicarse. Lo más alto que vemos es la Lica del Cielo. Aquí preferimos destrepar a la derecha y subir después a la arista para coronar. Hay buenos agarres.

Bajamos unos metros por esta canal.

Después de una corta y fácil trepada nos situamos cerca de la cumbre de la Lica del Cielo.

Encontramos esta trinchera y a la izda lo que parece una excavación para un refugio.

Vista hacia adelante desde la Lica del Cielo. A la dcha está Peña Corbero y a la izda el Pico Prado Llano.

Bajamos de la Lica del Cielo por una canal situada en la ladera opuesta. De las dos canales que hay hicimos el destrepe por la de la derecha, pero al llegar abajo vimos que era más sencilla la de la izquierda (en el sentido de la marcha).

Vista atrás de la bajada de la Lica del Cielo. Lo hacemos por izda (mirando esta foto) pero se habría bajado mejor por la dcha.

Encontramos una marcada senda que nos fue de gran aguda en el siguiente tramo. En algunos tramos va colgada al faldear las crestas que separan la Lica del Cielo de la Peña Corbero mientras toda la montaña va virando al norte. Si en la Lica del Cielo se nos abrió el horizonte oriental, desde aquí la vista llega hasta el Pico Espigüete, quedando en medio el embalse de Riaño y la Peñas Pintas entre otros muchos accidentes geográficos.

Una marcada senda nos lleva a faldear por arriba las siguientes peñas. En algunos puntos va colgada y hay que pasar con cuidado. En el centro vemos la Peña Corbero nuestro siguiente objetivo.

Continuación de la panorámica anterior y de la arista hasta el Pico Prado Llano.

Pico Prado Llano desde la Peña Corbero.

Desde la Peña Corbero obtenemos esta imagen hacia el noreste.

A partir de la Peña Corbero el recorrido será mucho más amable facilitado además por la senda. Orientados al norte la senda nos lleva por la misma cumbrera (que no arista) con muchos tramos de hierba hasta el pico Prado Llano donde hay un vértice geodésico. Dejo algunas fotos.

La senda continúa por terreno mucho más fácil de andar hacia el pico Prado Llano.

Queda menos para alcanzar la cumbre.

Vértice geodésico en la cumbre de Prado Llano.

Esta foto muestra las vistas de parte de la arista que hemos recorrido.

Continuación de la panorámica anterior hacia el oeste. Vemos también el resto de arista que nos queda por recorrer.

Seguimos el recorrido visual en el sentido horario ahora hacia el norte.

Aquí vemos todo el frente oriental desde el pico Prado Llano.

La bajada por la ladera opuesta es también bastante sencilla, en comparación con lo anterior. Aunque hay que tener en cuenta que, bajo la hierba, están las verticales lastras de caliza que afloran continuamente. La montaña va girando del norte al oeste y ya en esa dirección encontramos más tramos de afiladas calizas verticales en la subida a la Peña del Tejo que gestionamos como mejor nos parece.

Poco antes de alcanzar el Pico del Tejo echamos la vista atrás sobre el Pico Prado Llano.

Justo unos metros antes de coronar vemos como la senda baja de la arista hacia el norte (se sale del valle del Requejo) para enlazar con una pista que viene de la aldea de Oville. De la Peña el Tejo seguimos la cuerda hasta caer en la Collada de las Colinas desde donde hacemos la última subida al alargado Alto de las Colinas con su montón de piedras. Las vistas hacia el norte desde este tramo impresionan sobre todo por la blancura de las peñas que tenemos enfrente: el Cueto Ancino y La Peña la Verde separados por el profundo tajo del Curueño que forma aquí la Hoces de Valdeteja. Algo más al norte está el Pico Bodón y de frente, casi a tiro de piedra y omnipresente en toda la ruta, la impresionante Peña Valdorria también al otro lado del Curueño.


Llegando al Alto de las Colinas.

En el Alto de las Colinas. A la izda vemos la Peña Galicia y hacia la dcha la de Valdorria.

Desde el Alto de las Colinas tenemos esta vista: a la izda Peña la Verde y en el Centro el Cueto Ancino; entre ambos está la Hoz de Valdeteja.

La bajada del Alto de las Colinas tiene en su tramo final otra arista algo escarpada que pasamos por un estrecho senderillo. Caemos finalmente en una amplia y herbosa vaguada y subimos unos metros a una cota menor (1563 m) donde paramos a comer y a disfrutar del impresionan balcón sobre las Hoces de Valdeteja y los montes cercanos (Valdorria, Peña la Verde y Cueto Ancino). La ruta por la arista de Prado Llano ha terminado; toca regresar porque, además, anuncian lluvia para la tarde.

Desde el Alto de las Colinas vemos también la Peña Galicia (izda) y la Peña Valdorria (dcha).

Vista atrás de la parte final de esta arista donde también hay un tramo bastante escarpado.

Fin de la arista norte de Prado Llano. A la izda vemos Peña Galicia y a la dcha Peña Valdorria. Bajaremos a la pradera y subiremos a la colina donde comeremos con mejores vistas.

Bajamos a la amplia pradera y cogemos una senda (E) que nos lleva a faldear en descenso la ladera sur del tramo norte de la montaña. Poco a poco. por terreno cómodo para caminar, vamos perdiendo altura hasta caer finalmente al fondo del valle del Arroyo del Requejo en la zona de La Casica donde hay una gran nave ganadera y un refugio ganadero bien acondicionado. A juzgar por la cantidad de excrementos de oveja que hemos visto y los hay alrededor de La Casica, creemos que en este valle ha habido un gran rebaño quizás de la trashumancia que ya ha partido hacia tierras más cálidas.

Desde la colina situada a 1563 m de altura echamos la vista atrás y vemos buena parte de la arista circular que hemos recorrido entre la Lica del Cielo (dcha) y el Alto de la Colina (izda).

Según bajamos por la panda de hierba miramos hacia las peñas de la izquierda por las que hemos pasado. 

Enfrente, cerrando el circo, está el punto más alto; el Pico Prado Llano.

Al sur vemos el tramo de arista entre la Lica del Cielo (centro) y la Peña Corbero (izda).

Valle del Requejo. Abajo a la izda vemos el refugio y la pista por la que bajaremos.

Llegando a Montuerto. A la izda está la Peña Morquera y a la dcha la de San Froilán.

La pista nos permite bajar por el valle en cómodo paseo y cruzar el arroyo a la entrada de Montuerto. Al otro lado del Valle del Curueño vemos la Peña Morquera donde se conservan trincheras, refugios y casamatas de la Guerra Civil (ver en esta otra entrada del Blog) y la de San Froilán donde se ubica la famosa ermita del mismo nombre (ver en este otro reportaje). Como la pista viene por encima de valle, también podemos disfrutar de las vistas otoñales del bosque de ribera que puebla sus márgenes.

Lorenzo Sánchez Velázquez